Cuando se consideran todos los costes, los fondos españoles son más baratos que muchos ETFs y, a diferencia de estos, cuentan con todos los beneficios fiscales.
La rentabilidad del fondo español es mayor porque no carga con los costes del ETF. No tiene:
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El coste del broker en la compra y la venta
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El coste del depósito
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La horquilla diferencial entre precio de compra y el de venta
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Ni el diferencial entre los dividendos que ingresa el fondo y el reparto que hace el ETF.
¡No todos los ETFs son Spiders o QQQs!
La única ventaja del ETF respecto a los fondos españoles es su liquidez intradía.
Además, no hay necesidad de que las comisiones cobradas por los ETFs se vayan a otro país. A largo plazo, el que los ingresos de la gestión de fondos de inversión se queden en España es importante. A enero 21, el volumen en fondos de gestoras internacionales supera al de las entidades españolas. ¿Qué sentido tiene esto?